lacuestión

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La Cuestión se origina en Barranquilla, Caribe colombiano
martes, mayo 23, 2006
 
Se acerca el 28 de mayo


viernes, mayo 19, 2006
 
Quién dijo que se había salvado



 
Sobre héroes y tumbas


"En la calle Isabel la Católica hay una casa en ruinas. Mejor dicho, había, porque hace poco la demolieron para construir una fábrica de heladeras. Estaba desocupada desde muchísimos años atrás, por un pleito o una sucesión. Creo que era de los Miguens, una quinta que en un tiempo debe haber sido muy linda, como ésta. Recuerdo que tenía unas paredes verde claro, verdemar, todas descascaradas, como si tuviera lepra. Yo estaba muy excitada y la idea de fugarme y de esconderme en una casa abandonada me producía una sensación de poderío, quizá como la que deben de sentir los soldados al lanzarse al ataque, a pesar del miedo o por una especie de manifestación inversa al miedo. Leí algo sobre eso en alguna parte, ¿vos no? Te digo esto porque yo sufría grandes terrores de noche, de modo que ya te podés figurar lo que me podía esperar en una casa abandonada. Me enloquecía, veía bandidos que entraban a mi pieza con faroles, o gentes de la Mazorca con cabezas sangrantes en la mano (Justina nos contaba siempre cuentos de la Mazorca). Caía en pozos de sangre. Ni siquiera sé si todo aquello lo veía dormida o despierta; pienso que eran alucinaciones, que los veía despierta, porque los recurdo como si ahora mismo los estuviera viviendo. Entonces daba alaridos, hasta que corría abuela Elena y me calmaba poco a poco, porque durante bastante tiempo seguía sacudiendo la cama con mis estremeccimientos; eran ataques, verdaderos ataques".

domingo, mayo 07, 2006
 
Al fin estamos en mayo

Foto: AERU © All rights reserved

 
De Iván Rubio

POESÍA ERÓTICA



Mientras la amaba te extrañaba Yo la abrazaba, en verdad te abrazaba Le acariciaba, pero era a ti a quien amaba.
En su tierno erotismo Yo me refugiaba con entusiasmo Pero deseaba tus encantos.
Su piel sudorosa y cálida Sus mucosas suaves y húmedas Despertaban sensaciones incontroladas ¡Oh!... Si todo lo que sentí Sólo fue pensando en ti Deja por favor calmar mi sed por ti.
------------------
Anoche soñé Soñé que te abrazaba Soñaba que te amaba.
Tú abrías las compuertas de la pasión Yo traspasaba el umbral de la emoción Y con tibia ternura te sentía en toda mi piel.
Te amé con sana intención Recorrí tu cuerpo con jovial pasión Exploré con mis labios tu sinuosa anatomía Penetré en tu ser con profunda emoción.
Hoy te reto mujer Te reto a negar en mis brazos, lo que harían tus brazos Te reto a negar en mis labios, los que harían tus labios Estar cerca de mi, tu cuerpo y el mío Que sólo nos separe el deseo y decir entonces, no, no, no.

Foto: giorgos V´s © All rights reserved


sábado, mayo 06, 2006
 
Ideas delirantes


Tal vez, escribir me haría más feliz que cualquier otra cosa. Pero no siempre las horas de lucidez o de franqueza se presentan en el momento adecuado. Me pregunto qué haré el día que se terminen mis ideas, que se agote mi voz. También me pregunto si el sólo hecho de escribir me puede proveer de la misma felicidad que la vida me ofrece en cualquier otro instante: compartiendo recuerdos, repartiendo sonrisas o simplemente discurriendo.
En la total oscuridad de mi habitación escribo, a veces, perdiendo las líneas, saltando los patrones establecidos sobre estas hojas, así como día a día cuestiono cada patrón que la sociedad me impone, cada ley y cada norma. Y cuestiono lo que espero de mí misma, apelando a mi propia identidad, a las razones que me da la razón para actuar de esta u de otra manera.
Es extraño, hoy no escribo sobre el amor o el temor que me infunde ser desdeñada u olvidada; hoy no escribo sobre mis propios méritos ni sobre mis fracasos y derrotas. Hoy escribo sobre lo que mi alma a veces añora: dejar aflorar mis palabras, dejar de callar, cantar con mi pluma y no con mi voz los pedazos de coherentes razonamientos que aún me quedan.
Razonamientos que a veces, incluso, me persiguen, que me imploran de una forma que no alcanzo a comprender dejarles batir sus alas y abrirse al infinito. Para así coalescer con las estrellas y regresar a su origen. Palabras, de vez en cuando sabias que nacen de una inspiración ajena a mí, para convertirse en mi esperanza y mi ilusión, en mi credo. Palabras, hijas de mis sueños.
Rossana Sánchez
Foto de la escultura Boston Women Writers, por monceau. Some rights reserved

 
La universidad en la modernidad


Por el profesor Francisco Tamayo

La Modernidad nos ofrece una Universidad sustentada en tres ejes: la Ciencia, el Individuo y la Revolución.

La Europa de los siglos XV y XVI es una tierra de incertidumbre. En 1453 cae Bizancio en manos de los turcos. 1492 marca el descubrimiento de la Ruta Occidental, y con éste el surgimiento de América, con un capital nuevo: oro y plata que Europa aprovecha para despegar.

Como Imperio absoluto del Siglo XVI, España asiste al nacimiento del Renacimiento en Italia. Se da una nueva lectura de la figura humana, donde se reconoce al ser humano como la criatura de Dios más importante. El Antropocentrismo se expresa en el orden social con fuerza, particularmente a través del espíritu de la Aventura, que abre horizontes y permite traspasar fronteras, y del arte. La pintura con Leonardo Da Vinci, y la escultura, con el colosal David de Miguel Ángel, se ofrecen como vivo testimonio de ello.

Este momento histórico permite el surgimiento de los anatomistas, resaltando aún más la centralidad de la figura humana. El Renacimiento presenta un Individuo aventurero y humanista, que desea volver a los clásicos, griegos y latinos.

En el mundo intelectual existe un territorio donde son posibles los sueños: La Utopía. Surgen preguntas sobre tópicos lejanos y América se muestra como una aventura.

En el ámbito religioso, fruto de la incertidumbre geográfica y el nuevo orden religioso, se da la Reforma Protestante. Lutero encabeza este movimiento que tendrá mucha fuerza en el norte de Europa, mientras que el sur se mantiene en el Catolicismo.

El monje Martín Lutero publica el 31 de octubre de 1517 las 95 tesis. Meses después, traduce la Biblia al alemán. Así, cobra vida el concepto de libre interpretación, dando paso a un cuestionamiento del texto sagrado. Ello, resquebraja el principio de semejanza.
En Polonia, Nicolás Copérnico introduce una crisis cosmológica, pues afirma que “el Sol es el centro del Universo; no la Tierra.”


En el contexto político, se da una lucha entre el Estado – Nación, originando el surgimiento de las Universidad Nacionales. Inglaterra se constituye en el primer Estado-Nación independiente de Roma, y con Enrique VIII se establece la religión Anglicana como principio de unidad nacional.

DESCARTES, FIGURA CENTRAL

El siglo XVII va a permitir el nacimiento de un criterio de certeza, a partir de un modelo racional, planteado en las matemáticas. La figura central de este nuevo paradigma es René Descartes, francés, físico, geómetra, matemático y metafísico, educado en el Colegio Jesuita de La Fleche.

Descartes está en la búsqueda de un axioma (algo evidente). Eu-videre (Lo que se ve bien y es claro a la razón). En sentido lógico, del axioma se llega al teorema. Descartes considera que para llegar a la evidencia hay que preparar el espíritu, toda vez que es precipitado y disperso. Por eso, plantea la Duda (poner entre paréntesis). Añade que para evitar la dispersión del espíritu hay que plantear un método (Camino). El método en Descartes está formado por el análisis y la síntesis. El análisis parte del axioma (definido como elemento, idea, concepto más simple que da cuenta de la estructura del todo). Y a partir del axioma, se hace la síntesis; vale decir, se reconstruye.

Axioma, en sentido matemático, es orden; y a partir de este orden se reconstruye el todo. En la Modernidad, eso sería explicar: Se parte del axioma para llegar al teorema.

Descartes escribe el Discurso del Método en francés. Posteriormente, escribe las Meditaciones Metafísicas en latín. En este último texto, en la Tercera Meditación, explica la existencia de Dios desde una perspectiva racional: “Pienso, luego existo” Cógito ergo sum.

El Cógito corresponde a dos preguntas: ¿Qué es el mundo? ¿Qué es Dios? Esta última pregunta se responde a partir de una función matemática, base de la geometría analítica.

El plano cartesiano permite entender un orden de representación. Descartes piensa el vacío. Luego, Leibniz se preguntará por lo lleno. Por la infinita sucesión, que dará paso al Cálculo.

Con Descartes, la Humanidad pasó de un Epistemé de la Semejanza (sensible) a una Epistemé de la Certeza (orden). Por tanto, en la Modernidad se da la matematización de la razón.

CIENCIA, INDIVIDUO Y REVOLUCIÓN

La comprensión de lo que significó la Modernidad, parte con Pico della Mirandola, quien en su “De dignitate hominis”, plantea el prototipo de discusión de la época en cuestión. Se reitera pues, el paso de una epistemé de la semejanza a una epistemé del orden; es decir, se da el paso de la sensibilidad a la razón matemática.

En principio, observamos una Universidad Cristiana concreta que es sustituida por una Universidad Abstracta, donde lo finito y lo infinito permiten la conversión del todo y de la parte, entendiéndose como elementos de debate.

El proyecto de la Modernidad ofrece una Universidad que se sustenta en tres elementos: la Ciencia, el Individuo y la Revolución. Encontramos la Razón como eje del ejercicio académico. Por su parte, la política es cuna de la democracia liberal; la Economía va abrir espacio al Capitalismo, que se va a fortalecer en el comercio, y en la historia aparecerá como protagonista de la Industria y la Post- Industria; por último, el aspecto Cultural se definirá en la Ilustración. La Igualdad, acabar con la miseria, superar la ignorancia a través del saber y la aparición del progreso como ideal común, son las promesas de la Modernidad.

La Ciencia tendrá como modelo a Isaac Newton con su física; así, el orden, la razón, se matematiza de forma sistemática. Con Newton, la ciencia es suficientemente teórica para ser universal; y suficientemente empírica para ser particular. Más adelante, será Kant quien explique el sentido histórico de Newton.

En la Modernidad, la teoría representa y dispone. Con el lenguaje formal se representa el orden más profundo de las cosas (Ejemplo: H2O). Por lo tanto, conocer el orden representado, es poder disponer de él.

En el siglo XVII el gabinete fue el símbolo de la ciencia, y el antecedente de los laboratorios. El gabinete fue un espacio sagrado para el saber, y dio paso a la génesis del Parlamento de los Científicos, que a su vez, imprimió fuerza a la creación de las sociedades científicas. En este período los hombres de ciencia se escribían cartas, y ese intercambio de información se denominó Revista; ayer y hoy, elemento esencial para legitimar el trabajo científico. Figuras destacadas de este primer intercambio de cartas fueron Galileo Galilei, quien desvirtuó a Ptolomeo; Johannes Kepler y René Descartes.

Una idea central en este importante período histórico es la visión antropocéntrica: el hombre es superior a la naturaleza. La representación es finita; la disposición, infinita. Representar y disponer es lo que llamamos razón moderna. Se da pues un diálogo entre la razón, constituida por el pensar y el actuar, y el individuo. De hecho, el individuo se define como un ser capaz de pensar y actuar de manera autónoma. Así mismo, el individuo es útil a la sociedad, pues es un ser productivo. Es esta, precisamente, la condición que lo hace autónomo. Surge así, la Ética Protestante, que según Max Weber, está basada en el ascetismo del trabajo, lo que exige responsabilidad y disciplina.
Calvino, por su parte, va a hablar de los santos visibles, plasmando una teoría de predeterminación que expone la forma como a la persona le va a ir en la vida, de acuerdo a su comportamiento. Estas posiciones se complementarán con la parición del concepto de ahorro.

En la Modernidad el principio de Razón define al individuo, y será fundamental para la Doctrina del Derecho Positivo. En el ámbito social, la Burguesía asciende de manara económica, mas no en lo político. Los nobles continuarán detentando el poder, amparados en su linaje y en la posesión de la tierra.

Los Burgueses piden participación política, pero no tienen sangre azul. Así, los Nobles fundamentan su posición política en el trabajo, y a través de éste, defienden la riqueza: la representación será de los propietarios.

Hobbes, Locke y Bodin teorizan sobre el individuo que por su propia capacidad puede hacerse a algo propio. El oikos nomos pasa a ser entendido como público, y de esta manera, el Estado se legitima al proteger lo económico. La sociedad ahora se va a entender como un conjunto de propietarios, se opondrá al Estado y permitirá el nacimiento de la Revolución, como escenario donde se cambian los valores.

La Democracia está compuesta por propietarios, y se sintetiza bajo esta forma: Individuo – Autonomía – Representación – Existencia Política. En efecto, la Democracia es representación; sin embargo, el Estado debe ser fuerte y conservar legítimamente la fuerza. Este principio será expuesto primero por Maquiavelo en “El Príncipe”, y posteriormente por Hobbes en su “Leviatán”. Hobbes indica que el ser humano es egoísta por naturaleza, y se rige por la fuerza del instinto. Por ello, el estado debe surgir con más fuerza, para evitar que los individuos se maten. En pocas palabras, se supera el estado de la Naturaleza, y nace el Estado de Derecho. En consecuencia, la defensa del individuo será determinante para consolidar la legitimación del Estado.

Entre el final del siglo XVII y el final del siglo XVIII se van a desarrollar tres revoluciones definitivas, todas ellas de origen burgués. En 1688, en Inglaterra se crea el Parlamento, para evitar los excesos del rey. Nace la Cámara de los Comunes, y con ésta, la Monarquía Constitucional, que va a definir en la figura del rey el jefe del estado, individuo que encarna la unidad nacional y la unidad religiosa de las islas. Tal paso, permite que florezca la estabilidad política, y con ella, el ahorro juicioso por parte del pueblo británico.

La segunda revolución se va a desarrollar en los Estados Unidos. En 1776 Washington y Jefferson marcan el rumbo del país. Para 1805, 13 colonias serán independientes. La nueva nación será creada para propietarios, quienes impondrán como principios básicos la libertad de conciencia y la libertad individual. Más tarde, no serán sólo 13 colonias las independizadas, sino que se ampliará la libertad para el territorio comprendido entre las costas Este y Oeste.

Finalmente, Francia en 1789, ve el triunfo de la Burguesía en el plano político: ¡Igualdad, Solidaridad (Fraternidad) y Libertad!, será el grito de toda la nación.
El siglo XVIII es el siglo de la Razón, y Francia es el centro de este período. Los Derechos Humanos, son la carta de ciudadanía del individuo, y se constituyen en la fuente de todas las revoluciones de América Latina.

Con las Revoluciones Burguesas, el estado feudal noble fue cambiado. Sólo se necesitó la firma del Contrato Social, que incluyó la separación de los poderes públicos, para dar paso a una nueva era, que sirvió de cuna del Socialismo.

Defensor importante de estas revoluciones fue Napoleón, quien fue genio de la guerra y también del Estado. Su prioridad era hacerse a Europa, idea que lo impulsa a la guerra. Padre de la República moderna, lleva a su país a este modelo político. Fundador de las Escuelas, crea la Escuela de Administración para manejar el estado; la Escuela Politécnica para las Ingenierías y las Escuela Normales para la enseñanza de la Educación. También impulsa la Medicina. De este modo, la Ecole francesa es la gran universidad del estado, donde se accede por méritos. Emperador en aras de la razón, Bonaparte inicia el siglo XIX que se extiende desde sus guerras hasta la primera guerra mundial.

En España, José - más amigo de la juerga que de los asuntos del poder-, hermano de Napoleón, toma preso a Fernando VII, y esto permite un contexto independentista, que se va a vivir allende los mares en tierra neogranadina.

No obstante lo anterior, el siglo XIX será conocido como la centuria de Inglaterra, pues la Revolución Industrial va a sintetizar el triunfo del Capital como modo de producción. Esta revolución es producto de la estabilidad política y de la acumulación del dinero ahorrado. El Reino Unido construye un Imperio, donde la India va a ser la perla de la corona, toda vez que será el lugar donde se produzca la materia prima para la industria británica a bajo costo.

La dimensión del poder británico se observa con el extenso territorio que domina: controla el Norte y el Sur de África, el Medio Oriente y el Canal de Suez. Se aprecian posición geopolítica y movimiento estratégico, calculados con rigor.

Inglaterra es dueña del comercio, del transporte y del poder militar. Australia se convierte en la penitenciaria de los ingleses, y se establece con éxito el proyecto anglo-sajón. De tal suerte, que el espacio se mundializa: Al europeo le cabe el mundo en la cabeza. En nuestro siglo, los norteamericanos hablarán del Panamericanismo.

SIGLO XIX, CIVILIZACIÓN Y CULTURA

En el siglo XIX el tiempo se vuelve historia. Hegel politiza la división de la historia y Europa toma conciencia de sí misma. Esta realidad se expresa en el concepto de Civilización. En el Viejo Continente se inventa el término de Historia Universal, donde Europa va a ser el parámetro. Los referentes de estudio de la Historia serán Francia e Inglaterra, principalmente. Los galos, en términos de buenas maneras; los británicos, en tecnología. La Belle Epoque en París y el Desarrollo en Londres; este último término – desarrollo- se toma de la Biología. Asistimos, pues, al nacimiento de un concepto lineal ascendente: De lo primitivo a lo civilizado. A manera de síntesis, lo universal toma cuerpo desde el eurocentrismo, lo humano se mide en términos europeos y la meta es el progreso.

Establecido el contexto histórico de la Modernidad, estudiemos la Universidad del Siglo XIX. La relación Causa - Efecto es determinante. La causa es el pasado, el efecto es el futuro (Reversibilidad del tiempo. Primado del tiempo, que funda la idea de progreso). A través de la Modernidad surge el mito del Progreso, y con éste, la Absoluta Determinación (La Place). (Más adelante, Einstein se enfrenta al tiempo; y Prigogine se opone a Einstein).

Para entender la Universidad del Siglo XIX debemos tener presente la caída de la nobleza y de la clerecía, y el advenimiento de la burguesía. El siglo decimonónico, ofrece un cambio en el ritmo de vida, gracias a la revolución industrial. Alvin Toffler, en La tercera ola, plantea los momentos históricos de la humanidad: Entre el siglo XVIII y el siglo XIX pasamos del espacio (rural) al tiempo (urbano); y en el siglo XX se da paso a lo virtual, lo instantáneo y lo simultáneo. Esto hace que se altere la sensibilidad.

Sin duda, la Revolución Industrial cambia la forma de producción. Marx plantea que los cambios en el modo de producción, modifican la forma de sociedad. Europa vive una transformación, el concepto de Civilización de franceses e ingleses impone una nueva lectura. Alemania (Prusia) construye el término Cultura, entendido como algo singular de un pueblo. La cultura se expresa a través de la lengua, de su tradición, del espíritu de la Nación. El romanticismo Alemán, toma cuerpo. Se encuentran la razón y la sensibilidad. Goethe emerge como figura inmensa, escribe Fausto, y establece la tradición del espíritu alemán. Otros representantes del romanticismo alemán son los hermanos Grimm, quienes a través de sus cuentos muestran las costumbres del pueblo; en la música, Beethoven moviéndose entre extremos, y Wagner con las Valkirias, expresan la emoción germánica.

Apreciamos, de esta forma, marcadas diferencias al interior de Europa. La sociología alemana es comprensiva; la inglesa, racional.
[1].

Factor esencial de la Universidad del siglo XIX es la aparición de las Ciencias Sociales, producto del cruce entre Revolución Industrial, Civilización y Cultura. Las Ciencias Sociales son hijas del siglo XIX, las Ciencias Puras del XVII. Las Sociales surgen del conflicto entre ciencias naturales y humanismo (Filosofía). Se requiere de un nuevo discurso, que se traduce en el nacimiento de la Psicología, la Historia, la Economía, la Ciencia Política, la Sociología y la Antropología.
[2]
La pregunta que surge en la Universidad es ¿en qué medida los discursos sociales son ciencia? Se da un enfrentamiento con el Humanismo. Por ende, la Universidad se convierte en el espacio socializador de estas ciencias. Históricamente, entonces, observamos que tras los primeros saberes (Filosofía, Derecho y Medicina), aparecen las Ciencias Naturales, y después de éstas, las Ciencias Sociales.

Con la reforma napoleónica La Ecole, en manos del Estado, deja entrever un cuestionamiento de la autonomía, rápidamente resuelto en la figura del Docente. Las Academias, por su parte, se dedicarán a la Investigación. Esta reforma será vigente hasta 1968, año en que se transforma el sistema universitario francés.

LA UNIVERSIDAD DE BERLÍN, INVESTIGACIÓN COMO PARADIGMA

Capítulo aparte merece la Universidad de Berlín, fundada por Wilhelm Von Humboldt en 1803. Esta Universidad tiene en la investigación el eje de su desarrollo. Presenta los departamentos de Ciencias Naturales, Ciencias Sociales y Filosofía, el cual asume las Humanidades. En su campus se hablará de investigación pura o de investigación aplicada.

La Universidad de Berlín tendrá tres ejes: la Ciencia, que responde a las necesidades del Estado; el Individuo, comprendido como ciudadano, ser autónomo con criterio y responsable de sus actos; y lo socio-cultural, donde los individuos participan de la Revolución. La Universidad es de élite liberal. La pretensión socialista es que sea popular.

Bajo este espíritu liberal, en América Latina nacerán la Universidad Nacional de Colombia (1867)
[3], y la Universidad de Córdoba (Argentina, 1918).

(Espere la Tercera Parte, en la próxima entrega de La Cuestión)

[1] Un autor del siglo XX, Tolkien, tomará el pasado de germánicos, vikingos y celtas, donde la espada es símbolo. Este autor será recuperado por Led Zepellin; de igual forma, Queen hará una dura crítica a la educación inglesa y a la figura de la reina. Estas bandas de rock del siglo XX tendrán enorme influencia en la juventud.
[2] Es preciso mencionar que la Literatura de esta centuria muestra las contradicciones de la época. Será la Literatura Moderna, con la novela como elemento primordial. Esta literatura se basa en el antihéroe; lo opuesto al género épico, que es medieval, y se basa en conflictos exteriores, donde el héroe representa valores nacionales. En cambio, el antihéroe lucha contra su mundo interior, que es tempestuoso.

[3] La Ciudad Universitaria será construida en 1935.

Foto de Victory Column, Berlin, por mikata´s. Some rights reserved

 
De Rossana Sánchez


Poemas a la Luna
#1.¿Dónde estás? El día no te trajo consigo.Te busqué en el sol, pero no te encontré.Entonces te busqué bajo un árbol, no estabas allí.Te seguí por campos y valles oscuros en vano.Y te busqué en mi sombra pero nunca te hallé.Entonces esperé y con la noche llegaste.Estabas ahí, contemplándome, mientras sonreías,en mi soledad te convertiste en mi aliada.Al día siguiente, no te busqué,Porque sabía que vendrías a ver conmigo las estrellas.
#2.Cuando el viento susurra los ecos de tiempos pasados y el mundo ignora sus murmullos, es la luna la que recoge las mil leguas recorridas por el hombre y las plasma en su semblante como cicatrices memorables de guerras antiguas.
#3.Es en la contemplación en la que el artista encuentra su obra. La inspiración nace de lo cotidiano y de lo inherente, por eso mi todo es la luna.
Foto: avmaier. Some rights reserved


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