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La Cuestión se origina en Barranquilla, Caribe colombiano
miércoles, julio 13, 2005
 
Sobre la belleza

MITO & MANOS
Por Iván Rubio*

Al escuchar la noticia sobre el rescate de la soldado Jessica Lynch, durante la invasión Norteamericana a Irak, pensé que los comentarios que seguirían serían sobre heroísmo, arrojo, precisión, heridos o muertes durante la misión. Pero no, me sorprendí cuando los periodistas del programa radial de esa hora de la mañana, resaltaban la belleza de la militar, incluso ignorando que mientras la rescataban, moría la primera soldado de las tropas gringas, de origen Indio. Quien dirigía el programa radial, preguntó a tres corresponsales en diferentes partes del mundo y todos ellos aconductadamente respondían: ¡Sí muy hermosa! ¡Sí, muy bella! O ¡Muy bonita!

Me quedé pensando entonces, ¿cuál será para estos señores la noticia, la belleza de Jessica o la perdida de vidas durante el rescate o la guerra? Pues bien, esa manera de enfocar la información o de dirigir ese programa radial, obedece a un estilo particular, que curiosamente tiene mucha audiencia nacional e internacional, y vende mucho, y es muy editado supongo, porque es muy frecuente escuchar a las personas que llaman, decir: … ¡no me vaya a colgar, por favor!

Al final acepté que ese era el formato del programa, que no obstante no estar de acuerdo con el mismo, podía percibir los riesgos de “la homogenización del pensamiento, que a su vez puede llegar a homogenizar la sociedad, perspectiva ésta bastante sombría”. ¿Globalización? “Esta tendencia hacia la igualdad se observa por doquier, en la medida en que todo se copia, lo bueno y lo banal y, en general, es más fácil copiar lo banal que lo profundo”. Como también es cierto que, “la gran desventaja de la homogeneidad es que disminuye la variación, la cual es la clave de la supervivencia (1)”.

Para nadie es un misterio, hoy para los medios masivos de comunicación está primero la belleza, ésta vende más. Igual vende más también lo superfluo, lo fútil, lo frívolo, lo morboso. Pero la belleza también está homogenizada. “Haciendo un viaje a través de la historia de la belleza queda algo claro, nunca ha sido algo absoluto e inmutable, sino que ha ido adoptando distintos rostros según la época histórica y el país” (2). Hay abundancia y prodigalidad en definiciones, pero las más importantes que se han dado, a pesar de sus diferencias muestran un punto común de convergencia, todas presuponen el antiguo principio calológico de la: taxis kai symmetría. Como todo lo de occidente, desde Grecia se dictaron dichos principios, orden y simetría, armonía de proporciones, unidad en la variedad (3)”.

Estos cánones son universales, tienen un trasfondo cosmológico. No señalan colores, no escogen razas, ni etnias; no discriminan. Es el hombre mismo a través de la historia quien ha sesgado la percepción, con base en la dominación cultural y económica. Con respecto al aprendizaje y la memoria, se dice: “Si el sistema ya ha visto algo antes, lo reconocerá mejor cuantas más veces lo vea y también coactivará patrones familiares asociados que ya fueron integrados (4)”. Veamos, ya en “los textos poéticos y filosóficos más antiguos, aparece el adjetivo kalos (bello, hermoso). Y en ellos es clara la tendencia a asociar kalos con lo útil; la estética de Homero está siempre ligada a normas de decencia y conveniencia exteriores (5)”. Con los poetas líricos la belleza se interioriza y se espiritualiza. “En Píndaro encontramos lo que posiblemente sea la primera descripción de lo bello; lo define como aquello que se contempla con placer, deleita la visión y se expone para ser admirado (6)”.

Durante la Edad Media se enfatiza en la belleza espiritual, que se relaciona con la esfera moral. Se parte de la base de que la belleza ha de afectar tanto al ojo como al alma. “San Agustín fue el máximo representante de la estética cristiana antigua, decía: que la medida eterna e inmutable que hace posible todo juicio, es Dios, que es la misma belleza y crea solamente seres bellos (7)”. Se agrega una cosmovisión teológica de inspiración cristiana. ¿Y lo que no es bello qué? No obstante continua vigente el principio de “armonía de proporciones”; incluso durante “El Renacimiento”, pero ya se retoma la naturaleza y la naturalidad con todos sus detalles, se adquiere mayor conciencia de la subjetividad y la creatividad. Era la época de Botticelli, Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Rafael, Tiziano. Renació el gusto por la vida, la sensibilidad, los colores, la luz y la belleza del cuerpo humano. El feudalismo dio paso al capitalismo. Las familias más poderosas dominaban la banca, eran los mecenas. Se pintaban y resaltaban sus figuras, estilos y costumbres.

A la reforma protestante, los países católicos respondieron con la contrarreforma, lo cual da origen al estilo “Barroco”. Rubens es considerado el pintor más representativo de esta época, con el “cuerpo barroco”, que se reconoce por sus gruesas mujeres. Lo bello era recargado.

A partir del siglo XVIII, ya en el “Rococó”, se habla de los procesos psicológicos de la experiencia estética, “es una proyección sentimental del sujeto en el objeto”. Theodor Lips habla de la subordinación monárquica. “Se celebra el triunfo del erotismo, y las mujeres nunca aparecieron tan deliciosas como en la pintura de esta época (8)”.

Por último, en la modernidad adquiere importancia y prominencia la nota expresiva. Belleza = Forma y Expresión. Los medios masivos manipulan la percepción. Concluimos entonces aceptando que nos están promediando un patrón de belleza, la ley del mercado, que la humanidad siempre ha necesitado de los famosos, a quienes se sigue e imita (conducta gregaria), primero fueron los Dioses, luego los Héroes, los Emperadores, los Reyes, los Príncipes, los Guerreros, los Mecenas. Hoy los Magnates, los Actores, los Cantantes, los Deportistas, etc. Igual como antes los Escultores y Pintores trabajaron para aquellos, hoy los medios trabajan para estos. Crean iconos porque viven de ellos.

¿Y los cirujanos estéticos? Para empezar la estética es una reflexión filosófica, no establece cánones, no crea, no homogeniza, luego el termino cirugía estética es un invento comercial sobre dimensionado por las presentadoras de farándula de los canales de televisión. Un mundo editado que no diferencia entre fabula y realidad, sólo busca alienar para vender más, es el colmo que la opinión y los arquetipos los estén generando las presentadoras de televisión. Pareciera que algunos colegas estuvieran inmersos en el “reino de la cantidad” (9), para ellos solo existen las verdades cuantitativas de las estadísticas, de las encuestas, del mercado, de las medidas. Así se creen capaces de transformar el cuerpo sin importar el precio que se paga por ello. ¡No, a veces hay que decir no! Deberían conocer sus límites, so pena de transformarse en demiurgos que no solo corrigen defectos (para lo que sí deben estar preparados), sino que también retan los mismos límites de lo humano y fisiológico, hasta convertirse en verdaderos narcisos que pretenden llegar a la perfección mediante su supuesta habilidad y técnica quirúrgica. Alimentando así más su ego que las reales (y distorsionadas) expectativas de sus pacientes.

La cirugía plástica es una especialidad quirúrgica, que busca solucionar problemas reales con resultados reales. Tristemente hoy muchos colegas se preocupan más por salir en las notas de farándula de la televisión y de las revistas de chismes que en las publicaciones científicas. Ya no les interesara ser reconocidos como buenos cirujanos. Sino como el cirujano de las reinas. Ya no están alineados por profundizar sino alienados por superficializar. No, la cirugía plástica es una especialidad funcional y de profundas implicaciones sociales. El cirujano plástico debe equilibrar, armonizar; no vender fantasías que solo duran mientras cede el edema de los tejidos y desaparece el barniz de su egotismo.

1. Llinas R. El cerebro y el mito del yo. 1Ed. Bogotá. Editorial Norma; 2002: p. 300.
2. Eco H. Historia de la belleza. 2 Ed. Barcelona. Editorial Lumen, S.A.; 2004: p. 14.
3. Estrada D. Estética. 1Ed. Barcelona. Editorial Herder; 1988: p. 625.
4. Llinas R. El cerebro y el mito del yo. 1Ed. Bogotá. Editorial Norma; 2002: p. 213.
5. Estrada D. Estética. 1Ed. Barcelona. Editorial Herder; 1988: p. 534.
6. Ibid., p. 535.
7. Ibid., p. 508.
8. Schwanitz D. La Cultura. 9 Ed. Madrid. Taurus; 2003: p. 283.
9. Ospina W. La decadencia de los dragones. 2Ed. Bogotá. Editorial Nomos S.A., 2003: p. 132.

*Cirujano plástico

Ilustración del encabezado: "El Nacimiento de Venus", de Sandro Boticcelli. Fotografía 1: Venus de Milo. Fotografía 2: Michael Jackson.

Fotografias: historiadelarte.com, mueso del louvre y 20minutos.

Comments:
A very sensitive, profound and analytical description of a beauty concept focused on today’s consuming oriented society, where values are every so often replaced by the never ending frenzy of a marketing industry which has an enormous influence over the consumer. Well done !! More people like Dr Rubio are needed in our world, to bring us down to reality
 
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